Fotografia © Ginesta Tolosa

Fotografía © Ginesta Tolosa

Tras unas semanas del cumplimiento del estado de alarma me gustaría compartir con vosotros mis vivencias de estos días.

Me siento un poco olvidada por el CSMA, Centro de Salud Mental para Adultos. No he recibido ni una sola llamada para saber cómo iba el confinamiento… y eso me apena un poco.

Se viven momentos de tensión y miedo en la calle. Lo he vivido cuando he ido a comprar: supermercados vacíos de cosas esenciales, farmacias con el stock agotado en medicamentos como el paracetamol y productos como mascarillas y gel antibacteriano.

Yo resido en un pequeño pueblo del Vallés Oriental y ahí también se viven momentos confusos y de miedo. Las pequeñas tiendas de víveres han tenido que reducir su horario de apertura al público, dos restaurantes están cerrados hasta que toda esta pesadilla termine, la escuela y el ayuntamiento también están cerrados hasta nuevo aviso. No se ve a nadie pasear por las calles, todos estamos encerrados en casa deseando que esto termine pronto.

A todo esto, me gustaría pedir serenidad ante el estado del país actual. Sé que suena fácil decirlo, pero creo importante que nosotros como ciudadanos mantengamos la calma, seamos solidarios y pensemos en que si vamos a comprar yogures y quedan tres paquetes, dejemos uno al menos para el que venga detrás, que si sabemos que tenemos una vecina que es una señora mayor, y por lo tanto población de alto riesgo, nos podemos ofrecer a comprarle lo que necesite de alimentación o farmacia. Creo importante por tanto que como pueblo se nos vea unido y solidario.

Mi marido, por suerte o por desgracia, forma parte del grupo de trabajadores esenciales y cada día se arriesga a un posible contagio, pero no queda otra más que salir a cumplir con su trabajo.

Todos tenemos miedo, temor a la incertidumbre. A la sobreinformación, a la mala gestión de nuestros gobernantes y la clara manera que tienen de no decirnos la magnitud que conlleva toda esta pandemia mundial.

Mis días se han limitado a ver series, leer, pintar, escribir y ocuparme de la casa como si fuera una rutina normal fuera de toda esta pandemia. He encontrado mi refugio en mi terracita los días que hace sol. Y gracias a los compañeros de ActivaMent tengo la oportunidad de participar en dos grupos por videoconferencia por una aplicación llamada Jitsi Meet en donde todos nos podemos comunicar como si fuera un GAM (Grupo de Ayuda Mutua) virtual. He tenido la oportunidad de conocer a compañeros nuevos y personas estupendas. Personas, a las cuales quisiera agradecer su esfuerzo y sacrificio de su tiempo libre para moderar los GAM y tener todos un lugar y un ratito por las mañanas y tardes donde todos podamos compartir y conversar sobre nuestras preocupaciones. De verdad gracias.

Inma Muñoz

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