Il·lustració © Mari Comas

Il·lustració © Mari Comas

Hola, soy Mari Comas (Lunagua), María, de Nikosia. He colaborado 13 años con ellos y hasta canté con mi guitarra en Radio Contrabanda. :))

Hace tiempo que no escribo sobre la causa. La verdad es que pienso que no somos una sola causa, que se llama salud mental. Nosotros escogemos si vivir desde la enfermedad o desde la salud, tanto la gente con diagnóstico, como sin él. Ya que estoy loca y creo mi realidad, crearé cosas mejores. Cosas que trasciendan el dolor que me causan las amarguras de la vida, que no son pocas. Y tengo otras causas, como ser madre, artista, música o hasta astróloga (y escritora, y terapeuta) que también ocupan mi tiempo. Opino que no debemos limitar nuestras vidas por haber sido “víctimas” de un diagnóstico de salud mental.

No me apetece hablar de mi delirio. Ni siquiera de mi diagnóstico, ni de si estoy estable o no. Me medico. No creo en la cronificación del estado de “insalud”. Pienso que debemos conectarnos con el verdadero SENTIR de nuestras vidas. Si nos toca dolor, navegarlo con gracia, y nunca perder la esperanza de que vuelva a salir el sol. Porque todo son ciclos, y si bailamos bajo la lluvia cuando hay tormenta, cuando salga el sol cantaremos hasta con más sabiduría y salud. Lo mejor es hacerse amiga de la locura de una misma, yo amo mi locura, es mi cordura en este mundo de locos. Sólo hay que cuidarse y asumir los retos de la vida con la máxima sabiduría e integridad posibles. Sin flagelarnos por no ser lo que nos gustaría, pero sembrando en la dirección de lo que soñamos ser.

Y yo me sueño sana, feliz y, sobre todo, en libertad. Por más cadenas que me haya impuesto la vida. Debemos despertar y ser honestos con nuestras verdaderas creencias e intuiciones. Es el mundo el que trata de aniquilar la diferencia, amemos lo que nos hace únicos. Todo ES. Y si SOMOS, si yo SOY, todo fluye hacia mi bienestar. Porque si no le pongo cadenas a mi felicidad ésta vendrá a mí, por más pruebas que pasé o me queden por pasar. Porque si bailo en el dolor, me alegro en la dicha 80 veces más que quién se ahoga en un vaso de agua, y si cuanto más hondo cala la tristeza, más alto puede llegar la alegría (o eso dicen), entonces cuanto más abrace y ame mi locura más alto llegará mi sabiduría.

Yo escojo aprender cuándo llega el dolor, y aprendo a soltar lo que impide mi crecimiento y mi realización.

Mari Comas

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