
Soy Montse, de la delegación Garraf–Penedès de ActivaMent. Desde principios de febrero, en mi delegación hacen un Taller de Clown, con la profesora Vane RiSe. Al principio no lo quería hacer, pero por motivos de organización me animaron a hacerlo. Os explico una historia personal donde me tengo que poner “una máscara”.
Al principio tenía dudas de hacer el taller de Clown. Pero los motivos para participar fueron varios. Uno, era para hacer un taller inclusivo: o sea, un taller con parte del grupo de ActivaMent, pero abierto a la población en general, con otras personas para poder relacionarme en un grupo por igual. Otro motivo era para poder expresar mis emociones con el cuerpo, sin palabras. El tercero, es para desconectar del “mundo”, por cansada que esté. Y para mí, la más importante, porque cojo energía renovada.
Pero tengo una pega o debilidad: que cuando estoy cansada física o mentalmente lo reflejo con el cuerpo y la cara y parece que esté “enfadada con el mundo”; y no es así. En la vida me he encontrado gente que lo ha entendido y me ha respetado, y gente que no lo ha entendido; que aunque les explique amablemente mi situación, me ha hecho sentir culpable y mal.
Veo que para a mí quizás una manera más de expresar mis sentimientos cuando las palabras no me salen es pensar que no todos somos iguales, ni estamos brillando siempre, que nunca sabremos cuándo tendremos buenos momentos y cuándo malos momentos. Por eso yo siempre intento respectar a la otra persona.
Tengo un trabajo (cuido a una persona mayor), donde cada día me tengo que poner la máscara de Clown, porque no puedo mostrar mis sentimientos. Y cuando salgo y me quito la máscara vuelvo a ser yo, Montse, con sus defectos y sus virtudes. Para mí es liberador, ya que no es necesario que haga de Clown.
El Taller me está yendo muy bien. Consigo olvidarme de todo: pierdo los miedos y los prejuicios del qué dirán los demás; y por encima de todo, pierdo mis propios miedos y prejuicios, y aprendo a no tener autoestigma.
En el taller de Clown, además, hay unas plazas para personas con problemas de Salud Mental y el resto de plazas per el resto de la población del Garraf-Penedès. Desde un principio decidimos entre la tallerista y las dos coordinadoras de ActivaMent, que no diríamos nada el primer día de que el taller iba a ser inclusivo, sino que esperaríamos unos días. Qué sorpresa nos llevamos todos los que hacíamos el taller cuando los que hemos sufrido algún problema de salud mental, y los que no, lo explicamos. Yo, personalmente, me sentí más comprendida y apoyada cuando algún día estaba más sensible de lo normal.
Montserrat Carbonell