alcohol per ofegar les penes

Ilustración © Sergi Balfegó

Creo que hay una cierta idea predominante de que el cannabis y otros tóxicos no tienen una gran importancia en nuestra salud. El alcohol es consumido de forma habitual por millones de personas. Y pese a todas las campañas publicitarias, la gente fuma tabaco con alegría.

A muchos no les gustará lo que diré, pero tanto el hachís, como la marihuana o como el alcohol, no son precisamente inofensivos.

El consumo de hachís fue una de las principales causas de que dejara los estudios. El consumo de cannabis en la adolescencia te hace perder la memoria a corto plazo. Yo no me acordaba de nada. Incluso me provocó problemas en el trabajo, porque no me acordaba de las órdenes que tenía que darle al ordenador. Precisamente me había puesto a trabajar porque los estudios no iban bien. Pese a que hacía muchas veces al día las mismas tareas, no las recordaba.

Si eres adolescente y bebes mucho alcohol, tu personalidad no se desarrolla como debería. En vez de encontrar estrategias para solucionar los problemas que van apareciendo en el proceso de hacerse adulto, buscas soluciones en el alcohol y después no desarrollas las habilidades que necesitas.

El alcohol es una droga dura. Yo, con más años, empecé a consumir alcohol en cantidad. Para empezar, te hace más tonto, porque el alcohol quema neuronas. Pero después resulta que no puedes realizar ninguna actividad con normalidad. Puedes perder el trabajo o tener problemas de relación. Y para conseguir los mismos efectos cada vez necesitas consumir más. Además, el alcohol es un depresor del sistema nervioso central. No sólo no estás contento sino que te deprimes.

Y si a todo esto le sumas problemas mentales, tienes un cóctel explosivo. Tu vida se desmonta mucho más rápidamente de lo que tú la has montado. Por lo menos soy una persona que no se pone agresiva con el alcohol, como le pasa a mucha gente. Y no conduzco. Es normal que en muchos accidentes de tráfico esté involucrado el alcohol. Si tienes problemas mentales, consumes alcohol y al mismo tiempo tomas medicación, tu mente es un caos.

Y después para recuperarte de todo este asunto, hacen falta meses o años de esfuerzos. Estar más o menos normal, después de mi último brote, me costó más de dos años. Dos años de depresión y ansiedad. Y viviendo además a veces en un universo paralelo más bien terrorífico. A pesar de que tomaba medicación, y mucha, yo seguía delirando a ratos. Y no tengo muy claro si me he recuperado totalmente de ese brote. Me pierdo en mi mente con demasiada facilidad.

Del tabaco prefiero no hablar porque por poco me cuesta la vida.

Y la cuestión es, que pese a todos nuestros problemas, podemos tener una cierta calidad de vida. La vida emocional no tiene porque ser una montaña rusa. No digo que sea fácil, pero el consumo de tóxicos empeora los problemas, no los alivia.

Fèlix Rozey

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