anfetamines pels nens

Ilustración © Sergi Balfegó

 

Una frase que leí en un diario digital llamó poderosamente mi atención; decía así: “Si uno de cada 20 niños sufre TDAH, tal vez deberíamos plantearnos si es la sociedad la que tiene un gran trastorno”. Al leerla me di cuenta de que encerraba mucho más de lo que a simple vista podía parecer; hace tiempo que vengo diciendo a mi entorno más próximo que la sociedad en general está “enferma”.

Se habla de que uno de cada cuatro personas sufrirá un problema de salud mental, y no sé si evolucionarán de una manera exponencial o no éstas cifras. Son estadísticas realmente escalofriantes, ¿No se puede hacer nada ante ellas? Sé que será así, pero nadie nos da atisbo para que no sea de esta manera.

Asumo, pues, de una manera sumisa y sin poder evitarlo una problemática para la cual no conozco una solución; al contrario, cada día que pasa se nos plantean nuevos problemas y nuevos retos derivados de la salud mental de la población.

En este mundo que nos ha tocado vivir, y más que mundo, hablo de la sociedad española en particular, creo que es una sociedad llena de familias rotas por matrimonios deshechos, con hijos de por medio, que son al fin y al cabo los que pagan las consecuencias de los errores de los mayores; con personas jubiladas que pensaban vivir un retiro plácido y se han visto de pronto convertidos en el sustento de sus hijos ya mayores que han vuelto a casa por diferentes circunstancias y motivos. Veo una sociedad donde los jóvenes no tienen presente y los mayores ven el futuro de una manera incierta. En una sociedad así , ¿quién no tiene problemas de salud mental?. Noto que vivimos estresados, malhumorados, sin ilusión, sin alegría, nos quitamos el aire los unos a los otros, nos volvemos desconfiados, vamos a trabajar desmotivados, y en nuestras cabeza todo eso suma.

Dejando de banda que en la sociedad hay corruptos, pederastas o delincuentes comunes, etc. volviendo a la frase que os he mencionado más arriba, los niños son el reflejo de la sociedad en las que nos ha tocado vivir. Y ahondando más en el problema del TDAH, creo que los niños a veces perciben el malestar de sus mayores. Es decir lo que se mama de pequeño: valores, educación, respeto, honradez, siempre van de mano de lo que te toca vivir en tu entorno más próximo. No digo que sea culpa de los padres, los que  de una manera inconsciente transmiten a sus hijos un cierto nerviosismo, un cierto malestar, producido por sus circunstancias personales, delante de las cuales los hijos pueden reaccionar de diversas maneras.

De todas maneras quiero enseñaros un párrafo que he extraído de un blog: “El semanario alemán Der Spiegel citó en su artículo de portada del 2 de febrero 2012; el  psiquiatra estadounidense Leon Eisenberg, nacido en 1922 de inmigrantes judíos rusos,  el “padre científico de TDAH”,  dijo a la edad de 87 años, siete meses antes de su muerte en su última entrevista: “El TDAH es un ejemplo de una enfermedad ficticia. Sin embargo desde 1968, unos 40 años atrás, ”la enfermedad” de Leon Eisenberg cautivó  el Manual de Diagnóstico Estadístico; primero como “reacción hipercinética de la infancia”, que ahora se llama “TDAH”. El uso de medicamentos para el TDAH en Alemania subió en sólo dieciocho años de 34 kg (en 1993) a una cantidad de no menos de 1.760 kg (en 2011), un aumento en las ventas de 51 veces. En los Estados Unidos uno de cada diez niños ya se traga un medicamento para el TDAH diariamente. Con una tendencia creciente.”

Ante ésta alarmante noticia, ¿Qué he de creerme? ¿Qué criterios he de seguir? Me pregunto si están los niños necesitados de medicación ¿O tal vez sólo necesiten que estemos más tiempo con ellos, que nos preocupemos realmente de su mundo, que no seamos tan egoístas, y tomemos conciencia de que el Ritalin no es lo mismo que un jarabe para la tos?

En el citado artículo del diario digital hay una frase de M. Anderson, pediatra de Atlanta, que dice así: “Hemos decidido, como sociedad, que es demasiado caro modificar el entorno de estos niños, así que mejor les modificamos a ellos”. Os voy a dar un dato más, sacado de la misma noticia: “[…] la diferencia en los diagnósticos de TDAH en EEUU (9%) y Francia (0,5%). […] mientras en EEUU el TDAH se considera un trastorno biológico que hay que curar con medicación, en Francia se creen lo del TDAH ambiental, por tanto se centran en intervenir a nivel familiar y los resultados son excelentes.”

Y voy terminando con la misma reflexión que hace Jonatan Molina Torres, psicólogo clínico infantil, en ésta noticia: “Lo que pretendo con este artículo por tanto no es dudar de su existencia, sino simplemente hacer reflexionar a todos los padres del disparate que supone pensar que el 5% de los niños tiene una enfermedad cerebral que necesita ser medicada.”

Si estos porcentajes van a mayor y la sanidad pública no hace ningún amago de solucionarlo creo que tendremos un problema social grave. Pues estos niños serán los mayores del mañana, y si crecen en un ámbito de salud mental, medicados, ¿cómo afrontarán su futuro más inmediato?

Josep Franch

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