Fotografia: Faust Núñez

Fotografía: Faust Núñez

Después de leer y ver otros escritos de compañeros, compartiendo sus experiencias y vivencias, he decidido hacer mi presentación personal.

Hace meses dejé de vivir, de sentir, de ser consciente de mi existencia vital y personal; sólo hacía una vida de clausura, de soledad, muy ermitaña. Mis problemas personales, mi situación laboral y la de pareja saturaron todos mis pensamientos. Esto provocó mi caída sin ver ninguna solución. La única, acabar con mi existencia, ya que de hecho no encontraba valores, ni sentido a la continuidad, ni soluciones a los problemas. Fue entonces, en el peor de los momentos, que decidí pedir ayuda.

Primero, por la vía de la sanidad pública. Me dijeron: 4 meses de espera… Soy respetuoso y muy paciente y creo que si no podía ser antes, no podía hacer nada. Pero busqué otra vía, alguna solución asociativa. Así conocí ActivaMent. Me hicieron la acogida y empecé a asistir a sus Grupos de Ayuda Mutua (GAMs), al Punto de Encuentro y otras actividades, como el Cine a la Fresca, las salidas al teatro, etc. Poco a poco mi comportamiento social, personal y mi actitud cambiaron frente a mis pensamientos y mis desánimos. Me sentía vivo de nuevo, activo, útil.

Y escuchaba las situaciones de otros compañeros con sus historias y sus evoluciones. Empecé a ser consciente de mi realidad. ¿Podía tener un trastorno? ¿De qué tipo? ¿Necesitaba un diagnóstico? ¿Una etiqueta, como parecía que casi todo el mundo llevaba? Había tenido otros momentos y otras situaciones en mi vida, pero siempre había creído que formaban parte de la normalidad: el desánimo, la baja autoestima, etc. Creía que eran procesos normales y habituales que requerían de cambios de comportamiento ante las situaciones, no una solución farmacológica…

Pero, a la vez que me veía mejor, animado, y compartía momentos con compañeros, asambleas y más actividades sociales, también me llevaba a pensar: ¿Qué hacía yo allí? ¿Qué representaba? ¿Qué necesitaba?

Entonces, surgió el tema de la constitución de la Federación Catalana de Entidades de Salud Mental en 1ª Persona. Un paso más para poder engrandecer y hacer crecer el movimiento asociativo en 1ª persona y para luchar contra el estigma social. Yo fui propuesto por mis conocimientos profesionales -soy contable de toda la vida, en empresas grandes y pequeñas-, para formar parte de la federación. Esto produjo una mayor actividad por parte mía y más interés para seguir participando más activamente dentro de la propia asociación.

Mi principal experiencia en salud mental había sido la propia de los familiares: tengo un familiar con trastorno bipolar y ello me hizo conocer el tema, los servicios y los ingresos en instituciones de salud mental. Pero hace poco asistí a una reunión con los compañeros de la federación y, además de ser interesante y situarme dentro de la problemática del movimiento asociativo, escuché a Martín Correa, de Radio Nikosia. Él habló de lo que pensaba que era un Activista en Salud Mental. Esto me dio la solución a la integración total y participativa dentro de mi compromiso asociativo. Fue el detonante para mi total integración al movimiento de salud mental en 1ª persona.

No quiero dejar pasar la oportunidad de hacer un llamamiento a la participación dentro de nuestra propia asociación o dentro del movimiento asociativo en salud mental. Tenemos un montónnnn (no es ningún error las “n”) de trabajos pendientes y necesitamos de todos y cada uno de los activistas con sus experiencias y conocimientos profesionales -informáticos, contables, administrativos, etc.-, conocimientos asociativos y conocimientos de todo tipo, para poder mejorar, ampliar y hacer crecer nuestra asociación y el movimiento asociativo. Por nuestro bien y los posibles usuarios futuros, jóvenes y mayores, estamos abiertos a todo tipo de pensamientos y creencias.

Faust Núñez

Comentarios: