
Creo que las cosas no se consiguen sin hacer nada para tenerlas; se consiguen, la mayoría de las veces, conquistándolas. Digo esto porque las personas con problemas de salud mental solemos quejarnos mucho del poco tiempo que nos dedican los terapeutas cuando vamos a su consulta y muchas veces nos medican sin indagar las causas de nuestros males. Nos sentimos como conejillos de indias a los que van investigando, hasta que por casualidad dan con la medicación más o menos adecuada. Incluso, también solemos quejarnos de que nuestros verdaderos problemas no suelen tener un origen endógeno, sino exógeno y provienen muchas veces de situaciones sociales o familiares que nos desbordan.
Solemos achacar esta situación a que España no es, por ejemplo, Finlandia o a que existe una gran crisis económica en nuestro país. Nos quejamos pacientes y terapeutas, pero no hacemos casi nada para cambiar la actual situación. Y yo creo que se puede y debe cambiar a mejor. Pienso que las personas con un trastorno mental, deberíamos hablar de estas cosas con nuestros terapeutas y en nuestras asociaciones, y crear unas plataformas, tanto en las comunidades autónomas como a nivel nacional, de personas afectadas, terapeutas y familiares que demanden lo siguiente:
Que cuando una persona con un problema de salud mental tenga un brote o una recaída, que no se la medique sin más ni más. Que se procuren mirar las causas reales por las que esta persona ha tenido dicho brote, aunque para ello se tenga que perder tiempo indagando en su presente, pasado, su situación familiar y social. Incluso, que los terapeutas puedan mantener contacto con sus familiares y amigos. Pienso que un médico, antes de medicar una enfermedad, debe conocerla lo mejor posible, así como sus causas.
Para ello, tanto las personas afectadas, como terapeutas y familiares tendríamos que unirnos y pedir, en primer lugar, un estudio económico de cuánto afecta la salud mental a nivel sanitario, laboral, de gasto en pensiones, tributario, etc. Hay que pensar que los problemas de salud mental afectarán a lo largo de su vida a unos doce millones de españoles; es decir, una de cada cuatro personas. Tanto a nivel social como económico es la enfermedad que más trascendencia tiene a día de hoy, en España y en Europa. Y va creciendo su incidencia a cada día que pasa.
Hay que conseguir que tanto el gobierno como la sociedad en su conjunto nos escuchen y comprendan que si llegamos a conseguir estos objetivos, la calidad de vida y la economía en España mejorarían, pues se habrá ahorrado mucho dinero y muchas personas vivirían mejor.
No me diga nadie que algo así es imposible de lograr. Yo creo que sí es posible. El gobierno no tiene dinero, pero se endeudó para pagar la deuda de la banca, que a día de hoy ha dado más problemas que satisfacciones. A ti que lees esto, si eres una de las personas afectadas, te pido que te muevas e intentes todo lo posible para que esto se consiga. ¡Si de verdad quieres algo, lucha por ello!
Ernesto García