
Trabajar muchas horas deprime, según un estudio publicado el año pasado en la revista ‘PLoS ONE’. Ya se sabía que trabajar mucho tiempo produce trastornos psicológicos y del sueño, así como pérdida de las funciones cognitivas y ansiedad, pero a estas cosas hay que añadir también la depresión.
Tras analizar las condiciones laborales de 2.000 personas de Gran Bretaña, con edades comprendidas entre los 35 y los 55 años, los/as autores/as del estudio llegaron a la conclusión que trabajar once horas o más incrementaba más del doble la posibilidad de tener un episodio de depresión mayor.
En una entrevista, Marianna Virtanen, directora del equipo que realizó la investigación, explicaba: “Seguimos la evolución de estos trabajadores a través de entrevistas durante cerca de seis años y los datos son claros. Aquellos que contaban con jornadas de once horas o más o que hacían horas extra, -en total un 16% de las personas analizadas- tenían un ratio de posibilidades entre 2.3 y 2.5 mayor de desarrollar episodios depresivos”.
Además, el estudio hacía un retrato robot de las personas con más riesgo de caer en una depresión mayor a causa del exceso de trabajo: Hombres casados o viviendo en pareja, que ocupan un puesto de alta responsabilidad o con mucha presión y que consumen alcohol de forma moderada.
Por mi parte, pienso que si te explotan laboralmente haciéndote trabajar en exceso o eres de las personas que le dedican prácticamente toda su vida al trabajo como fuente de sus únicas satisfacciones, tienes un serio problema. Desgraciadamente, en las actuales condiciones, con la degradación de las condiciones de trabajo y el aumento de la presión, no estamos en la mejor situación para mejorar la salud mental.
Trabajar puede incluso ser divertido, si nos interesamos sinceramente en ello. Pero sin obsesionarse con el trabajo ni con ganar más dinero en base a hacer horas extras, lo cual puede ser muy problemático para la salud.
Es difícil en esta sociedad vivir de una forma realmente saludable. El retrato que muestran en la investigación podría aplicarse a un gran número de trabajadores. Las necesidades económicas, en ocasiones la presión por triunfar o una pasión malsana por el trabajo demuestran que pueden tener malas consecuencias.
Creo que, aparte del trabajo, también es importante relajarse, jugar y relacionarse con la familia y los amigos. O dedicarse a una afición agradable y sin tensiones.
Fèlix Rozey