Ilustración © Sergi Balfegó
Leo en Las Noticias de ActivaMent que unos investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSID) han descubierto uno de los genes que intervienen en la esquizofrenia. Han quitado un gen a unos ratones y han observado en ellos algunos de los síntomas de la enfermedad.
Que me permitan un poco de escepticismo sobre tanto estudio que se publica y se da como gran avance de la ciencia. Yo no creo que un estudio realizado sobre ratones implique necesariamente un descubrimiento sobre el trastorno que sufro. Evidentemente, tampoco les niego toda credibilidad.
Pero aparte de los grandes descubrimientos biomédicos creo que hay muchas cosas que se pueden hacer a favor de una persona con problemas mentales que cambiarían radicalmente la situación de ésta. Menos desprecio por una persona con problemas mentales. Más ayuda emocional. Menos mirarnos como si fuéramos la basura de la humanidad. Menos colocarnos un rótulo que nos marque para toda la vida y que implica toda una serie de prejuicios.
Como venimos diciendo en este blog y en las campañas que se hacen contra el estigma, una persona con trastorno mental es más que una enfermedad. Tenemos nuestras capacidades y nuestros valores.
No se puede reducir todo a un problema biomédico. Según muchos científicos, la esquizofrenia proviene de una predisposición genética y unos factores ambientales. Y cuando vemos la prensa, parece que la predisposición genética lo llena todo. Y parece que sin los factores ambientales no se desarrollaría la enfermedad. Y podemos hacer mucho respecto de los factores ambientales. Los factores familiares, sociales y culturales tienen una gran importancia en el proceso de un problema mental. Existe el importante dato de que en otras culturas muchas personas que han desarrollado un trastorno se recuperan después de la primera crisis, mucha más gente de la que se recupera en la cultura occidental. Y es que la visión del problema es diferente.
Estoy a favor de que se investigue a todos los niveles, tanto biomédico como psicológico o antropológico. La investigación biomédica sale carísima y claro, ofrece una beneficios económicos que otras investigaciones no dan. Toda la humanidad sueña con la pastilla sin efectos secundarios y sin problemas de salud que te haga feliz. Pero sin una cultura socialmente sana y el tratamiento psicológico adecuado, no creo que haya salud mental.
Fèliz Rozey