Fotografía © Elena Figoli
A menudo cuándo pensamos en un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) pensamos en la anorexia y la bulimia, pero lo cierto es que hay otros trastornos de la conducta alimentaria que muchas veces pasan desapercibidos como tales.
El trastorno por atracón (comedor compulsivo), la ortorexia, la vigorexia, la obesidad, todos ellos tienen en común: la alteración de la conducta alimentaria, la baja autoestima, características obsesivas, el hecho que puedan haber dificultades en las relaciones sociales y puedan estar asociadas a la depresión y la ansiedad.
El Trastorno por Atracón o comedor compulsivo es un trastorno de comportamiento alimentario (TCA) en el que se dan periodos de sobreingesta, normalmente en momentos de estrés o ansiedad. En este caso, no se realizan conductas purgativas para compensar el atracón. Hay, normalmente, una dieta de adelgazamiento que se hace de manera continuada. El riesgo añadido de este trastorno es que puede derivar en otros tipos de trastornos alimentarios más peligrosos para la salud.
La Ortorexia es la fijación por consumir sólo comida sana, de modo que esta obsesión puede llegar a transformarse en enfermedad si no se ingieren carnes, pescado y otros alimentos necesarios, produciéndose carencias nutricionales.
La Vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por tener un cuerpo musculoso. Lo que pasa es que, a menudo, hay una percepción que no se corresponde con la realidad y la persona nunca se ve lo suficientemente musculada, sino que se ve delgada. Puede darse que la vigorexia se dé junto con la ortorexia que, como hemos comentado, es la obsesión por comer extremadamente sano, pudiendo llegar a la malnutrición.
Aunque nos puede extrañar, también la Obesidad es considerada como un tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Así como en la anorexia hay una menor ingesta, en la obesidad hay una sobreingesta y, a menudo, de alimentos poco sanos. Socialmente la obesidad no suele estar bien vista y es discriminada, con lo cual la persona, debido a la presión social, tiene sentimientos de baja autoestima y de desvalorización que pueden desembocar en trastornos psicológicos.
Recapitulando, existen diversos trastornos de la conducta alimentaria que puede que no se conozcan tanto. Tienen en común la alteración de la ingesta alimentaria, ideas obsesivas, la baja autoestima, etc.
Estos trastornos buscan satisfacer un ideal de belleza inexistente pero que produce mucho sufrimiento psicológico y también físico. Es por ello que debemos estar muy atentos a cualquier tipo de signo precursor del trastorno para poder poner remedio antes de que el trastorno avance. Es importante detectar los síntomas lo antes posible para evitar que se cronifiquen.
Si vemos y/o notamos alguna señal que nos alarme y nos haga pensar que podemos estar sufriendo alguno de estos trastornos es necesario que nos pongamos en contacto lo antes posible con un médico para que nos pueda indicar qué hacer.
Si vivís en Catalunya, podéis consultar aquí los recursos de la red pública de salud para enfrentar los TCA’s: Recursos para Superar los TCA’s
Mònica Civill