Ilustración © Sergi Balfegó
Cuando me diagnosticaron mi trastorno me surgieron muchas dudas, preguntas y miedos. Recuerdo que le pedí a mi psiquiatra que me recomendase un libro para no ponerme a buscar información en cualquier sitio, como por ejemplo internet -aunque debo confesar que también lo hice-.
La necesidad de resolver dudas desde el testimonio de personas que hubieran pasado por el momento que yo estaba pasando me hizo acercarme a una primera asociación específica del trastorno que tengo; es decir, para personas que compartimos el mismo diagnóstico de salud mental. Allí encontré un espacio donde poder hacer preguntas sobre el trastorno a personas expertas, es decir, a personas que como yo tenían este diagnóstico. Me sentí acogida en un grupo de personas heterogéneas y por un psicólogo que contestaba nuestras dudas. Era un espacio de encuentro informal, donde un día hablábamos del trastorno, otro de cualquier cosa cotidiana y otro día hacíamos un concurso de cocina, por ejemplo.
El caso es que este espacio se me quedó pequeño. También me pasó que ya no me resultaba tan provechoso y atractivo para ir, ya que me recordaba cada semana lo que me pasaba y yo seguía sin salir adelante en mi día a día, no encontraba la manera de sentirme mejor y de encontrar mi sitio.
Entonces, me acerqué a la asociación ActivaMent porque vi un cartel en mi centro de salud mental y me atrajo el hecho de que hacían Grupos de Ayuda Mutua (GAM). Y también por el hecho de que no se definían por el trastorno que tenían, lo que encontré como algo positivo.
En ActivaMent he encontrado un grupo de ayuda mutua semanal, donde me encuentro muy bien. También realizo las tareas de Community Manager, ya que llevo las redes sociales. Agradezco el apoyo que nos dan nuestros seguidores. Cada día busco noticias de salud mental y las publico. Me encargo de una publicación que es un diario digital, etc. Y de vez en cuando, escribo algún artículo como éste.
Sigo en ActivaMent porque me siento muy a gusto, he encontrado un calor muy especial gracias a las personas que forman ActivaMent. Aunque todavía me cuesta luchar contra el autoestigma, los/las compañeras de ActivaMent me han ayudado a verme cómo una persona más, “normal”, sin taras, tan capaz como los demás, con posibilidades de hacer cosas, de dar y recibir y ser un miembro activo.
También he encontrado gente que me ha informado sobre mis derechos a pesar de llevar un diagnóstico en salud mental y, como decía, no menospreciarme por esta razón.
Recomendaría a las personas que tienen algún problema en salud mental que se acerquen a asociaciones donde puedan sentirse escuchadas sin ser juzgadas, donde puedan ser miembros activos de la asociación, donde puedan ser asesorados e informados de sus derechos.
Pasar por una primera asociación y ahora formar parte de ActivaMent me ha abierto los ojos. Durante demasiados años he mirado hacia otro lado. Por miedo, por vergüenza, no he aceptado que tenía este problema, que es claro que tiene muchas cosas negativas. Pero buscar personas que puedan tener intereses comunes, sentirte apoyada por una asociación que lucha contra la discriminación por motivos de salud mental, etc., hace que encuentres personas que te entienden, con las que puedes compartir muy buenos ratos que te unen mucho y que hacen que puedas ir buscando y encontrando un lugar, tu lugar, en esta vida.
Mònica Civill