
En cuanto recibimos un diagnóstico podemos sentirnos o reaccionar de maneras diferentes: por ejemplo, sentirnos aliviados porque por fin sabemos lo que tenemos y nos podrán dar un tratamiento adecuado; o bien sentirnos enfadados y negar la situación; o tener mucho miedo y muchas dudas, etc.
El diagnóstico tiene un objetivo claro de clasificación de trastornos, pero tiene muchas consecuencias, como el estigma social y el autoestigma. Es decir, de cómo la sociedad discrimina a las personas que tienen un trastorno mental y de las propias barreras, las que uno mismo se crea. También se da la utilización del diagnóstico como etiqueta social, como algo identitario y que juega un papel muy importante en la relación con los demás.
Después del shock inicial, la confusión, la búsqueda de información en cualquier lugar, y no siempre el más adecuado, como es internet, un/a se da cuenta que necesita resolver muchas dudas, que tiene la necesidad de saber más y más sobre su trastorno. Es entonces cuando pides información a tu psiquiatra, cuando empiezas a apuntar las dudas en un papelito, cuando pides qué libro puedes leer que te oriente de manera fiable.
Y también tarde o temprano surge, o puede surgir, la necesidad de contactar con gente (asociaciones) que está pasando lo mismo que tú para compartir experiencias, dudas, miedos, esperanzas, etc.
Tomas conciencia de lo que significa llevar un diagnóstico, de cómo te carga de autoestigma. Te haces consciente del estigma y los prejuicios que existen por este hecho, de cómo un diagnóstico, cómo un nombre, te puede convertir ante los ojos de los demás en tal cosa y tal otra. Normalmente cosas negativas, por ejemplo en una persona violenta, infantil, que no puede ser autónoma. Y, en cambio, te impide ser o hacer algunas otras cosas. De nuevo, mayoritariamente por referirse a la atribución de aspectos negativos, como que no puedes ser feliz, trabajar o estudiar o formar una familia.
Probablemente convivirás muchos años con este diagnóstico, puede que durante toda tu vida. Pero lo que es necesario que uno/a aprenda, lo más pronto posible, es que el diagnóstico cumple unas funciones pero el diagnóstico no eres tú.
Mònica Civill