Esta semana nos han notificado que aceptan la solicitud de adhesión de nuestra entidad a la campaña Stop Trans Pathologization (STP), de lucha por la despatologización de la transexualidad.
Éste era ya para nosotros/as un motivo de alegría. Pero además, precisamente este miércoles 5 de diciembre, la American Psychiatry Association aprobó la última versión de su herramienta de diagnóstico de trastornos mentales, el DSM-5, en la cual la Transexualidad ya no se considera un Trastorno Mental. De esta manera, oficialmente, al menos en Estados Unidos, las personas transexuales ya no son catalogadas como enfermas mentales.
Esta es la primera gran victoria de la lucha del movimiento STP y, evidentemente, no será la última. Lamentablemente, sigue siendo necesario reivindicar el derecho de toda persona a decidir su sexo sin ser considerada por ello de manera patológica. Así, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aun considera la transexualidad como una enfermedad, bajo el nombre de “Trastorno de Identidad Sexual”, que aparece en su herramienta de diagnóstico, llamada ICM-10.
Además, las personas transexuales siguen siendo objeto de estigma y discriminación. Un dato que lo comprueba es el hecho que aproximadamente el 80% de las mismas se encuentran en el paro.
En el Estado español hay unas 12.000 personas transexuales. Aquí, el derecho a sentirse hombre o mujer, con independencia del cuerpo con el que se haya nacido, está reconocido legalmente desde el año 2007. Esto significa que se les otorga el derecho a cambiar de nombre y a solicitar las operaciones de cambio de sexo. Ahora bien, en este país oficialmente siguen siendo etiquetadas como personas mentalmente enfermas.
¿Por qué desde ActivaMent hemos decidido unirnos a la lucha por la despatologización de la transexualidad? En primer lugar, porque NO es un trastorno mental. Lo que produce sufrimiento no es la orientación sexual, sino la discriminación y los prejuicios de los que son objeto las personas transexuales. Y, además, porque todas las formas de discriminación y marginación generan sufrimiento psicológico. Por lo tanto, aunque nuestra principal área de trabajo y nuestros objetivos tienen que ver con el mundo de la salud mental y las personas con la experiencia del trastorno mental, entendemos como propias todas las luchas contra estas injusticias.
Desde este pequeño espacio virtual animamos a todas las entidades que trabajen en el ámbito de la salud mental a unirse, como nosotros/as, a la campaña Stop Trans Pathologization. Uniendo fuerzas entre los diferentes colectivos discriminados podemos mejorar nuestras condiciones de vida y acabar con tantos prejuicios y estereotipos erróneos que nos afectan.